lunes, junio 30, 2008

Un sol inventando razones
una excusa capaz de despellejar el alma
Un silencio que se apaga
que parió los presentes desolados
y los lunes disfrazados de domingo
Del ya se acabó, del hoy es tarde,
del mañana travestido con ayer
y la luna nueva del final de los finales.

sin razones...


Esos viernes matizando la semana,
ya no hay lágrimas que caen sobre el papel,
solamente los inviernos más hermosos
son capaces de llorarte sin querer.
Cuando pienso sin pensar que te imagino,
y me descuerno el cráneo sin faltarle un casi.
Suspendida en el vacío menos metafórico
más azul y cotidiano, quiero despertar.
Y volver a esa mentira de ilusiones
que, encantada, me dejan respirar
en añiles y ocres que se funden en los ojos
a las doce de la noche, como un cuento
que te hace sonreír sin usar los labios
ni te ensarta el corazón en los cajones.

Es entonces
cuando me toca equilibrar lo elevado de nuestras miradas
y la bajeza de nuestros pasos...